Cómo destruir el plan luciferino que se está
implementando.
La tribulación que estamos viviendo hoy, es consecuencia
de que un grupo de multimillonarios, quieren remodelar el mundo, alejándolo de
su base cristiana.
Y hasta pretenden transformar al ser humano.
Usan la mentira como método, de la misma forma que su padre
la usó desde el principio del mundo.
Y quieren convencer a la humanidad que es inevitable que su
plan tenga éxito, porque le obedecen todas las fuerzas de poder sobre la
tierra.
Pero está escrito que no lo lograrán, no debemos tener
miedo.
Aquí hablaremos sobre cuál es el plan de esta élite, cómo lo
están llevando a cabo, y cuál es la forma de enfrentarlos, que sugiere San
Maximiliano Kolbe, que pasó por una situación parecida.
La tribulación que estamos viviendo hoy es la etapa final
de un largo plan para la dominación del mundo y reestructurarlo.
Un pequeño grupo de influyentes millonarios han estado
trabajando desde hace siglos en la sombra, para quitarle a la civilización su
impronta cristiana, y darle una impronta luciferina.
Y su base por supuesto es el engaño, por algo al maligno se
le llama el padre de la mentira.
Detrás de cada cosa que hacen hay un engaño, que ha sido
disfrazado por los medios de comunicación.
Desde principios del siglo XX fueron creando una red
mundial de corporaciones, institutos, ongs, movimientos financiados por sus
fundaciones, etc., que trabajan a nivel internacional por el proyecto de un
mundo globalizado, quitando poder a las naciones e introduciendo la nueva
cultura luciferina.
Ya en 1915, durante la primera guerra mundial, Nahum
Goldmann, el influyente sionista fundador y presidente del Congreso Judío
Mundial, declaró,
«Uno puede resumir el significado y la misión histórica de
nuestro tiempo en uno: reorganizar la cultura humana, para reemplazar, el
sistema social anterior dominante, por uno nuevo».
Su poder central se basa en tres cosas: el poder
económico, el dominio sobre los medios de comunicación y la cooptación de los
desarrolladores de tecnología.
En base a la influencia política que le da su poder
económico influyeron para diseñar la ONU, luego de finalizada la segunda guerra
mundial.
La cual ha sido el brazo ejecutor para ir creando lo que
llaman la nueva gobernanza mundial.
Un paraguas de nuevo mentiroso, porque los burócratas de esa
organización, se han encargado de introducir nuevos valores morales,
anticristianos, contrariando la opinión de la mayoría de los países miembros, a
quienes han usado como pantalla.
Han incentivado las migraciones activamente y algunos de
los más conspicuos propulsores del nuevo orden, como George Soros, las ha
financiado activamente, a través ongs.
Su objetivo, nuevamente mentiroso, no es que las personas de
países pobres tengan mejores oportunidades en los países del primer mundo, sino
cambiar la matriz cultural cristiana de los países del primer mundo,
especialmente Europa, introduciendo básicamente musulmanes, para que diluyan al
cristianismo.
También han promocionado el concepto de que el mundo está
sobrepoblado y hay que bajar la cantidad de población.
Para ello promocionaron la interrupción artificial de los
embarazos como un logro para la libertad de las mujeres, cuando el
objetivo real ha sido disminuir la población.
Y también han sido propulsores de la ideología de género y
el feminismo con el mismo objetivo.
Esta pequeña élite de millonarios usa su poder económico
para corromper y lograr que mucha gente trabaje para ellos, abdicando de sus
valores.
Han operado buscando la extinción de los cuerpos
intermedios, como las naciones, la familia, las comunidades religiosas libres,
etc., siempre diciendo que no lo están
haciendo.
Su influencia sobre los medios de comunicación ha sido
central en el ocultamiento de sus fines.
Al punto que el propio David Rockefeller agradeció, en la
reunión del Club Bilderberg en 1991, lo que llamó el cumplimiento de «la
promesa de los grandes medios de comunicación durante más de 40 años», porque
dijo,
«Nos hubiera sido imposible desarrollar nuestro plan, si
hubiéramos estado expuestos a la luz del mundo durante esos años».
Y no sólo se trató de ocultar la verdad, sino que los
grandes medios acusaron sistemáticamente a los que revelaban el plan de los
globalistas, como teóricos de la conspiración.
Otro engaño del padre de la mentira.
Y en nuestro tiempo llegamos a la descarnada declaración
de Klaus Schwab, presidente del Foro Económico Mundial, que dijo,
«La pandemia representa una ventana de oportunidad para
restablecer el mundo».
Y agregó,
«Muchos de nosotros nos preguntamos cuándo las cosas
volverán a la normalidad. La respuesta corta es nunca.
La normalidad anterior a la crisis se ha roto. Avanzamos
hacia una nueva normalidad».
Y así vemos que a una tribulación le sigue otra, otra y
otra.
Es lo que se llama el «Gran Reinicio». Que ya ha comenzado.
Y han aplicado su peso económico y político para lograr
obediencia, contado con la protección de los grandes medios de comunicación
para desinformar.
Y ahora ha quedado claro además que tienen el objetivo de
crear una nueva humanidad bajo el imperio de la inteligencia artificial, la
tercera pata de la que hablamos, la tecnología.
O sea que ahora se revela que el proyecto es transhumanista.
Quieren cambiar al ser humano.
Como dice este mismo Schwab, buscan la fusión de la biología
humana con las computadoras.
Ya lo había anunciado el filósofo israelí Yuval Harari en
la reunión del Foro Económico Mundial de 2018, cuando dijo,
«Estamos en las últimas generaciones de Homo Sapiens».
Y agregó que en las próximas décadas «vamos a convertirnos
en dioses, ya que adquiriremos habilidades que tradicionalmente se pensaban que
eran habilidades divinas».
Esto es estrictamente y sin tapujos lo que la serpiente,
o sea satanás, le dijo a Eva para convencerla de desobedecer a Dios, «seréis
como dioses».
De modo que no es una exageración decir que estamos frente a
un plan luciferino, que viene directamente del padre de la mentira.
Y que el infierno se ha desatado sobre la tierra.
Estamos viviendo el mayor fraude perpetrado contra la
raza humana por nuestro enemigo infernal.
Quiere acabar con la raza humana, porque fue hecha «a la
imagen de Dios».
La fusión de la tecnología con el cuerpo humano, junto con
un sistema de vigilancia global totalitario que se está implantando, es con lo
que quiere suplantar a la civilización cristiana.
Ahora, ¿estamos indefensos ante este plan
luciferino?
Decididamente no.
Recordemos la enseñanza de San Maximiliano Kolbe.
En 1917, cuando el 200º aniversario de la masonería, en los
prolegómenos de la revolución bolchevique en Rusia y cuando las apariciones de
Nuestra Señora en Fátima, Maximiliano Kolbe estaba en Roma, estudiando teología
en la Universidad Gregoriana.
Y vio con sus propios ojos como el infierno se había
desatado contra el Vaticano.
Había procesiones de los masones cantando canciones en
honor a satanás.
Algunas de sus pancartas llevaban la inscripción:
«Satanás gobernará en el Vaticano y el Papa será su esclavo».
Y otras mostraban a San Miguel Arcángel pisoteado y
derrotado por lucifer.
Era como si el gran enemigo de Cristo sintiera que estaban
en la cúspide de una gran victoria, y sus secuaces ya se quitaran las máscaras,
como está sucediendo en nuestro tiempo.
Y entonces escribió,
«El conflicto con el infierno no puede ser abordado por hombres,
ni siquiera por los más inteligentes.
Solo la Inmaculada tiene la promesa de Dios de la
victoria sobre satanás.
Sin embargo, la Madre de Dios ahora requiere nuestra
cooperación.
Busca almas que se consagran enteramente a Ella, que se
conviertan en sus manos, en instrumentos eficaces para la derrota de satanás y
la expansión del reino de Dios sobre la tierra».
El infierno que se había desatado en 1917 en Roma, no logró
su objetivo último en ese momento, que era más modesto que el de ahora.
Y el de ahora no lo logrará tampoco porque el fraude es muy
grande.
Hoy hay muchas cosas que podemos hacer para desenmascarar
las mentiras con las que quieren dominar el mundo, pero sin Cristo, no
podemos hacer nada.
Él ha encomendado a Su madre establecer Su ejército de los
pequeños, para enfrentar la batalla de los tiempos finales.
Y al final, el Corazón Inmaculado de María triunfará, y
aplastará la cabeza de la serpiente.
Y nosotros debemos colaborar en este proceso, resistiendo,
sin miedo, dando testimonio de la verdad y orando tenazmente.
En resumen, el padre de la mentira ha desatado su poder
sobre la tierra, no solo tratando de liquidar la civilización cristiana,
suplantándola por una luciferina.
Sino que ahora además, está tratando de cambiar el cuerpo
humano, para cumplir con el engaño que dijo la serpiente a nuestros
primeros padres, «seréis como dioses».
Pero no lo logrará, como no lo pudo hacer a través de los
masones, ni con la revolución bolchevique, en el momento que San Maximiliano
Kolbe estaba estudiando en Roma.
Al final el Inmaculado Corazón de María triunfará y el
mundo tendrá una era de paz cristiana.
Y para apoyarla debemos resistir, sin miedo, dar
testimonio de la verdad y orar tenazmente.